AGRICULTURA, VUELTA AL CAMPO - FÉLIX RODRIGO MORA SOBRARVERDE 2015 - OCTUBRE DEL 2.016 (1)
FÉLIX RODRIGO MORA SOBRARVERDE 2015
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(PENDIENTE DE SER INTERVALIZADO 26/9/2.016)
Publicado el 18 jun. 2015
Subido a este post el 26/9/2.016
Vivimos en la apariencia de un tiovivo donde la gente sonríe montando los caballitos. Viendo como unos no paran de hacerlo y otros esperan montarse, aunque empezamos a sospechar que lo único deseable es escapar de allí. Mientras tanto, seguimos comprando tickets.
Escenificación como comunidad, derrochando, sin cerebro, sin producir lo que importa y transgrediendo donde nos dejan. Ya nada vale la pena y, ese nada es posible, nos muestra que todo es posible. Al mismo tiempo. Y en esa continua disyuntiva de valores que se desvalorizan, los afectos que, cuando se encuentran, generan nuevos espacios y tiempos que no obedecen a coordenadas objetivas, sino patológicas. Y llega el colapso del sentido, el derrumbe individual y colectivo.
Y en ese agujero del sentido tratamos de resistir. Y debemos resistir. Porque contra todo poder hay una resistencia, es lucha eterna. Resistir no es callar. Ni bajar la cabeza. Resistir es no aceptar lo intolerable, ni lo estúpido, ni siquiera ese pensamiento que, pensando que mueve algo, no mueve nada y solo es imagen de un falso debate por no ser capaz de crear a partir de aquello que nos afecta. Resistir a la crítica sin autocrítica. A reducirlo todo a mero cálculo, a resultado y beneficio, a lo que nos es útil. A convertir al otro en un mero objeto. A las lógicas que nos han traído hasta aquí.
Resistir con los afectos y no con el cálculo. Recuperar la soberanía del que no está sujeto a leyes, como la muerte acaba con la sed. Sin saberlo. Sin preocuparnos por la utilidad para que podamos llegar más allá de lo planificado, empujándonos a inventarnos y desinventarnos. A ponernos en juego hasta ser otros y hacer estallar los dispositivos de poder/saber que moldean lo que somos y nos da una identidad impuesta y excluyente para poder ser en común.
Perdimos el mundo, nos lo quitaron. Lo que pasa y nos pasa, el amor, la muerte, valen la mitad. Hay que crear otro que se escape del control del feriante.
(GRACIAS CAOTICAMENTE 12/4/2.019)
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